No se permite apropiarse de las pertenencias de un musulmán, a menos que lo dé con su consentimiento

( Número del tomo 14; Página 29) Pregunta: Nuestro trabajo consiste en controlar y vigilar todas las mercancías de los comerciantes, entre ellas frutas, verduras, artículos de conservas, etc., desde su descarga del barco hasta la entrega al comerciante. La pregunta que se plantea aquí es: ¿Nos está permitido comer unos plátanos y unas naranjas o beber una lata de zumo?, teniendo en cuenta que lo hacemos en el mismo sitio sin llevar nada con nosotros. Cabe señalar que no abrimos cajas cerradas, sino cogemos de las que abren los aduaneros al revisar las mercancías o de las que se abren al descargarlas del barco. No obstante, tomamos en consideración que sea poco lo que cogemos, ya que, estamos seguros de que lo que comemos o bebemos no afectará al comerciante; puesto que la mayoría de los comerciantes compran una caja o más de reserva por si se deteriore o se pierda algo o lo que sea. Su Eminencia puede preguntarse: ¿Por qué comen? Mis colegas dicen que trabajamos viendo el plátano y la naranja todo el tiempo. Al mismo tiempo, los obreros y los camioneros comen enfrente de nosotros, y resulta que no podemos resistir. Además, los comerciantes no nos impiden, sino que algunos de ellos abren una caja para los obreros. Su Eminencia sabe que el alma puede incitar a la persona a comer un plátano, una naranja o beber una lata de zumo, una lata de leche u otra mercancía. El trabajador puede hacerlo por sentir hambre, ver a los demás comiendo, por la atracción de las mercancías o por cualquier otro motivo. ¿Acaso este caso se aplica a lo que dijo Allah -Enaltecido sea-: Los que trabajan en recogerlas y repartirlas ? La verdad es que no aguantamos el castigo del pecado, espero que me concedan su consulta acerca de este caso. ¡Que Allah les proteja, recompense y les guíe a lo que Él ama y a lo que le complace!